Historia y Arte
HISTORIA
A principios del siglo X, Sancho Garcés I construyó un castillo en Cárcar, del que hoy no quedan restos. Ya entonces aparece mencionada la villa como una posición fronteriza del Reino de Pamplona. También ocupó en ese siglo una posición fronteriza frente al Islam: en las campañas de los años 920 y 924, Cárcar fue ocupado por Abderramán III, que en el 924 ordenó además el desmantelamiento y quema de la localidad.
El lugar, que había pasado en un momento impreciso a señorío nobiliario, fue adquirido por Sancho el Fuerte en 1222. Dejó así de ser propiedad de Pedro Díaz para entrar a formar parte de la Corona. Unos años después, en 1277, la villa fue nuevamente destruida, en esta ocasión por el ejército de Castilla.
Entre 1428 y 1485 Cárcar perteneció a la familia de los Peralta, pero por los matrimonios de Jaime de Foix, primero con Ana de Peralta y luego con Catalina de Beaumont, pasó a manos de Luis de Beaumont, II Conde de Lerín, que en 1495 ya incluía la localidad dentro de su condado. Formó parte de él hasta la primera mitad del siglo XIX, cuando desapareció el régimen señorial.
Entre 1833 y 1839, durante la Primera Guerra Carlista, las tropas constitucionales utilizaron como fuerte la ermita de Santa Bárbara y la Parroquia de San Miguel de Cárcar.
ARTE
La Parroquia de San Miguel de Cárcar fue construida en el segundo tercio del siglo XVI en estilo gótico renacentista, y fue objeto de posteriores ampliaciones en el siglo XVIII. Bajo bóvedas de crucería estrellada, presenta planta de cruz latina con nave única, capillas poco profundas, cabecera poligonal y coro alto a los pies. En el siglo XVIII se le añadió un nuevo tramo y se construyó, junto a él, la capilla de los Pasos. Al lado de su actual acceso conserva la antigua portada renacentista, hoy tapiada, rematada por una hornacina de medio punto y cobijada por un sencillo pórtico de ladrillo, material en que está construido también el resto del templo.
El retablo mayor, barroco y construido a comienzos del siglo XVIII, constituye uno de los mejores ejemplos del estilo churrigueresco en Navarra. De grandes proporciones, alberga una estatua de San Miguel venciendo a Lucifer, así como tallas de San Pedro y San Pablo. El retablo de la Virgen del Rosario, por su parte, es una obra manierista del taller de Bernabé Imberto, con una imagen titular del siglo XVI. Destaca también en el interior de la iglesia la sillería rococó del coro, de la segunda mitad del siglo XVIII y el órgano rococó, de la misma época, obra del lerinés Joseph de Mañeru y Ximénez.
En el término de Cárcar se levanta también la ermita de Nuestra Señora de Gracia, construcción barroca del siglo XVIII. Con exteriores de ladrillo y mampostería, la ermita tiene planta de cruz latina, un amplio crucero con bóveda de media naranja en su tramo central y cabecera recta. Alberga en su interior un retablo rococó del siglo XVIII con una imagen gótica de la titular del siglo XIV.
Dentro del núcleo urbano se conservan casas blasonadas del siglo XVIII y edificaciones barrocas. También podemos encontrar en Cárcar algunas casas excavadas en la roca, hoy utilizadas como almacenes.